Conservar vivo el amor

¿Amas a tu pareja pero piensas que se ha agotado el romanticismo? En este artículo compartiré contigo algunos métodos para reanimarlo y conservar vivo el amor.

El romance requiere esfuerzo

Recuerda que el amor romántico es una de las formas de enriquecer el vínculo amoroso, pero no es la única. Así que mantén tus expectativas realistas en este sentido, es decir, optimistas pero no excesivas. Lo que quiero decir es que no esperes intensa pasión siempre, pero sí esfuérzate por amar con entusiasmo, aún en los momentos difíciles.

Las labores cotidianas sumadas a los problemas diarios suelen disminuir la intensidad de la pasión y la frecuencia del romanticismo, por eso se debe aprender a separar esas circunstancias de la relación y aprovechar el encuentro íntimo como una estrategia de relajación, pues nos permite redireccionar nuestra atención hacia experiencias gratificantes, aún en medio de situaciones complejas que menoscaban nuestra energía y estado de ánimo.

Cuando las dificultades se centran en la pareja como tal, la labor se hace más ardua e implica sacrificios mantener la llama encendida. El amor no se sostiene sólo gracias a la pasión y el romance, debe haber compromiso personal de cada integrante hacia el objetivo de continuar juntos y en armonía.

La comunicación es fundamental

El amor impuesto no funciona, debe haber acuerdo. Promueve espacios de diálogo e intimidad para compartir con tu persona amada lo que sienten y piensan, al igual que sus deseos y fantasías. Procura tener la mente abierta a nuevas experiencias y cuando tu pareja te proponga algo que no te agrada evita juzgarle, date un tiempo para considerarlo y si continúa siendo inaceptable para ti dile con calma lo que piensas y hazle una contrapropuesta.

Las circunstancias propias de la convivencia pueden obstaculizar una vida sexual activa, programar encuentros sexuales es útil si ya no se dan espontáneamente. Fijar un día y una hora para tener sexo no tiene que ser algo mecánico, si ambos se predisponen a disfrutar del encuentro como una actividad de ocio y pasión, como lo hace cada uno para ver los capítulos de una novela o seguir los partidos de un campeonato de fútbol.

Si haces parte del género femenino, ten en cuenta que en ninguna parte está escrito que el hombre propone y la mujer dispone, es uno de los tantos mitos irracionales acerca del amor de los que hablé en el artículo «El amor realista: más allá del enamoramiento». Así que eres libre de ser creativa y entusiasta al momento de propiciar encuentros románticos y eróticos. Sólo ten en cuenta la opinión de él, sus gustos y rasgos de personalidad.

Pensamientos y comportamientos románticos

Trabaja en tus ideas y conductas reales para mantener tus sentimientos de amor e incluso incrementarlos. Hazte las siguientes preguntas: ¿cuáles son las características positivas de mi ser amado?, ¿por qué le elegí como mi pareja?, ¿con qué frecuencia le dijo algo que admiro de su persona?, ¿cómo puedo hacerle sentir que le valoro?, ¿qué actividades podemos disfrutar juntos?

Recuerda situaciones en que ambos manifestaron deseo y afecto, para sugerirle a tu pareja replicarlas. Imagina otras circunstancias en las que podrían sentirse ardientes y cariñosos para llevarlas a cabo. Hay que dedicar tiempo a pensar en tus sentimientos amorosos, intentar tener creatividad e investigar opciones románticas. Inclúyelo entre tus tareas cotidianas.

Como lo expliqué en el artículo «El amor herido», nuestros idealismos sobre lo que tiene que ser una relación amorosa, nos generan sentimientos negativos que afectan el romance. Analizarnos cuando experimentamos ira, fastidio o frustración hacia nuestro ser amado nos permite identificar si respondemos a preferencias («Me gustaría pasar más tiempo contigo), o, a demandas absolutistas («Tienes que pasar más tiempo conmigo»).

Recuerda que para identificar las creencias irracionales que tienes acerca del amor, que afectan de manera negativa tu relación, como afianzar las que son realistas, que protegen tu vínculo amoroso, cuentas con la asesoría psicológica online.

Para terminar, tener amabilidad y consideración no es igual que amar, sin embargo ayuda mucho. Entiende que es preferible repartir todas las tareas de manera equilibrada, si eres hombre acepta que la casa en la que vives requiere cuidados que también son tu responsabilidad si ambos trabajan. Por otra parte, si los dos se interesan por conocer y hacer las cosas que al otro le gustan y evitar las que le disgustan, aportan a la consolidación de sentimientos románticos.

Conclusión

Aún con las mejores intenciones no es realista celebrar San Valentín todos los días, no obstante, se pueden incluir pequeños momentos románticos a diario y programar encuentros eróticos periódicos que estimulen el romance y la pasión en la relación.